De un tiempo a esta parte hemos visto como las salas de cine se han ido llenando de toda clase de remakes, secuelas, precuelas, sagas y demás repeticiones de un mismo tema. Y está claro que la máxima actual del cine de Hollywood hoy en día es: si algo funciona, explotémoslo hasta la saciedad. Y eso no siempre es malo, ya que hay directores que han sabido aprovechar este tirón y crear un cine que, pese a sernos familiar o incluso parecer una copia de algo ya hecho, sigue pareciendo algo nuevo e incluso crean una identidad propia. Podría citar a los pocos directores que han conseguido esto, pero, por lo menos en este momento, me quedaré con uno: Tim Burton. Al ver su cine, algo nos resulta familiar, sus entornos atrayentes sus temas, sus personajes, todo su cine tiene un sello particular. Y ese “sello” que Burton ha creado ya estaba inventado, es más, se considera uno de lo primeros movimientos cinematográficos de principios del siglo XX: El expresionismo alemán.
El movimiento expresionista surgió en Alemania durante la República de Weimar y se manifestó en todas las artes pero el cine fue fundamental para la estética de este movimiento artístico, y así surgieron grandes maestros del cine como Robert Wiene, Fritz Lang o Friedrich Murnau con El Gabinete del Doctor Caligari, Metrópolis o Nosferatu. Tim Burton ha inspirado sus obras más relevantes principalmente en dos películas expresionistas: El Gabinete del Dr. Caligari, Robert Wiene (1919) y Nosferatu de F.W. Murnau (1922).
Los protagonistas masculinos de Vincent, Eduardo Manostijeras y La Novia Cadáver en comparación con el sonámbulo Cesare (El Gabinete del Dr. Caligari).
Ya desde sus inicios y con su primer cortometraje Vincent (1982) se nota que Burton era un apasionado de esta corriente artística. Con una fotografía en blanco y negro muy marcada y una estética claramente expresionista: jugando con la iluminación, utilizando claroscuros, sombras exageradamente alargadas, los decorados “vivos” que parecen interactuar con los personajes y además, donde también están presentes los planos y las perspectivas angulosas tan característicos del expresionismo alemán.
A este cortometraje le siguieron películas como Edward Scissorhands (1990). Lo que más destaca en esta película en relación al expresionismo son el castillo de Edward, el propio Edward y uno de los trasfondos de la temática. En este caso, los mundos se diferencian por la utilización de dos estéticas, una con decorados casi pop y la otra con una mezcla de expresionismo y gótico. Con esto Burton quería hacer un doble juego contrastando al máximo la estética de las diferentes realidades, tema que seguirá repitiendo a lo largo de sus obras.
Secuencias de Vincent (1982) con una secuencia de Nosferatu (Murnau, 1922) y del castillo de Eduardo Manostijeras con la Ciudad de Hollstenwald (El Gabinete del Dr. Caligari).
Una de sus películas insignia (la cual no dirigió) fue Pesadilla Antes de Navidad (1993). Esta película rodada con la técnica stop-motion destaca por su escenografía contrastada entre los diferentes mundos: Halloween Town con colores opacos, grisáceos y apagados, además de una iluminación tenue; Christmas Town donde todos los colores son alegres; y la realidad, que sería una mezcla de las dos anteriores. Y con ello remite a uno de los principios del expresionismo, el cual utilizaba los recursos visuales y arquitectónicos no únicamente con fines estéticos, sino que les confería vida propia para que ellos mismos transmitieran las ideas. Pero no solo la arquitectura se ve influenciada por la estética y las maneras expresionistas, sino que también el tema de la película bebe, de los temas característicos expresionistas como son los mundos fantásticos o las diferentes realidades.
Emily (La Novia Cadáver, 2005) y la esposa de Vincent (Vincent, 1982) con en personaje creado por Robert Wiene, Jane (El Gabinete del Dr. Caligari, 1919).
De sus películas más recientes, con Corpse Bride (La Novia Cadáver, 2005) Burton continuó con su particular estética expresionista. Podemos comparar este largometraje con el film expresionista por excelencia: El Gabinete del Dr. Caligari, en relación a los decorados y en la inspiración de los personajes. Los decorados del mundo de los muertos recuerdan a la cuidad ficticia que aparece en El Gabinete del Dr. Caligari donde predominan las figuras asimétricas y las paredes diagonales. Pero estas no son todas las similitudes que podemos encontrar, Burton también se ha inspirado en la estética de los personajes principales para realizar los suyos propios. Así podemos observar que el protagonista de Corpse Bride (Víctor) tiene un parecido muy razonable con el sonámbulo Cesare, así como la novia cadáver, Emily se parece mucho a Jane, la protagonista femenina de la película de Wiene.
Después de lo anterior podemos observar que en la mayoría de las películas de Burton la iconografía, estética, temática y simbología vienen del expresionismo. Pero teniendo esa corriente artística como base Burton ha logrado imprimir un sello propio que hace que al ver una de sus películas puedas reconocerla. Ha creado una marca propia, aunque se haya hecho antes. Algunos lo podrán llamar copia, otros homenaje, pero lo cierto es que su cine parece (o mas bien parecía) auténtico…
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